Los pies
El presente recupera algunas huellas perdidas.
Recupera la sangre sacudida en todo el
territorio de mis pies
que han comenzado a andar,
a fatigarse nuevamente de pasos nobles.
Los pies que recuperan la altura y los puentes,
los que desandan las heridas para
cargárselas de nueva cicatriz.
Los pies que no me abandonaron,
que en puntas, me acercaron a los nidos,
y quebrados, se aquietaron en lo hondo del
río,
sin luz, a esperarme.
Los pies de arriba y de abajo,
los que aun no han dado el paso,
los enjutos..
Pensé en darles sepultura alguna vez
y no fui capaz.
Se rebelaron contra mi estupidez
y aun así, no anduvieron solos,
echaron nuevas raíces
y se quedaron conmigo.
D.
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